martes, 16 de marzo de 2010

TOTA PEDRA FA PARET…


Y eso es lo que estamos intentando hacer aquí. El resultado está siendo bastante satisfactorio.

La construcción con piedra seca es tan antigua como el ser humano. Son numerosas las edificaciones y otros tipos de construcciones que en nuestra geografía se repiten como testigos de un uso agrícola o ganadero del territorio, que hoy en ya ha desaparecido.

Desde las márgenes de terrazas y caminos a los refugios ganaderos empleados en todo el arco mediterráneo, los “Cucos” en Castilla La Mancha, pasando por otro tipo de construcciones como las cuevas muradas, las barracas de viña, las balsas, cisternas y aljibes, o construcciones para la obtención de materiales como la arcilla, el yeso o la cal, e incluso para almacenar nieve y obtener hielo para los meses cálidos, como en el caso de los “pouets de neu”….todas tienen en común el estar construidas con piedra seca, en general del propio terreno, sin ningún tipo de argamasa o mortero de unión entre mampuestos.

Es un trabajo que requiere mucho esfuerzo, imaginación y paciencia, pero los resultados son tan satisfactorios que el proceso de construcción se puede llegar a convertir en una pequeña obsesión.



En realidad es un paisaje cultural al que estamos muy acostumbrados, que en nuestras tierras alicantinas explica muy bien la domesticación humana de las laderas de los relieves, en las que se han venido desarrollando los cultivos del secano mediterráneo.

A diferencia de otros materiales, la piedra no se deteriora, y constituye un material con un encanto especial, muy difícil de igualar por cualquier otro.

En su construcción hay que tener en cuenta una serie de consejos básicos, como usar piedras de diferentes tamaños, tanto en las filas inferiores como en las superiores, tratando de reservar piedra de formas planas para la fila de remate o tapa. Necesita una buena base, sobre todo si realizan una función de contención del talud, de manera que se buscarán las caras planas para mostrar a la vista, tratando de macizar bien por detrás con piedras pequeñas y casquillos, ofreciendo una buena base, para seguir recreciendo el muro.

Este fin de semana hemos comenzado con nuestra pequeña intervención paisajística en la parcela. Pensamos plantar en estas terrazas especies vegetales aromáticas y arbustos propios de los termotipos: termomediterráneo y mesomediterráneo, incluidos en las series de vegetación del espinar (Chamaeropo humilis - Rhamnetum lycioidis) y del coscojar (Rhamno lycioidis– Quercetum cocciferae). Espinos negros, lentiscos, coscojas, aladiernos, acebuches, sabinas, enebros, etc… y tratando de no abusar demasiado de elementos más termófilos como el palmito.


Supondrá una notable mejora de la calidad visual de nuestro entorno más próximo, con el objetivo de evitar o mitigar el grave impacto paisajístico que deriva de la acumulación de escombros de una industria muy cercana a nuestra vivienda, y que lleva aproximadamente un par de años inactiva.


Esta es nuestra idea, y así es como lo estamos llevando a cabo, seguro que hay muchas maneras de hacerlo, posiblemente mejores, pero esta es la nuestra.